Todo el mundo conoce la creencia religiosa en el cielo como fin ideal de la vida, al igual que sabe del infierno. Ambos lugares están separados por la Tierra, donde los pecados y los placeres de la vida tientan a los seres humanos.
Así es como El Bosco nos muestra el mundo. Su propia visión. Desde la creación hasta el resultado de haberlo creado.
Y os preguntaréis, ¿dónde podemos ver esa visión tan enigmática de este gran artista?
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El Jardín de las Delicias |
Este cuadro conocido como El Jardín de las Delicias o La Pintura del Madroño se cree que fue elaborado entre 1500 - 1505, ya que la fecha no se conoce con precisión. No obstante, se sabe que fue elaborada por Hieronymus Bosch, conocido también como Jeroen Anthoniszoon Van Aeken, Jerónimo Bosch o El Bosco (1450 - 1516 apróx.). Este fue un pintor neerlandés que pertenecía a la Escuela Flamenca.
EL Jardín de las Delicias es una de las grandes obras que se conservan de este autor. El cuadro es un tríptico, de manera que si lo vemos abierto podemos observar tres escenas diferentes.
No obstante, la obra puede dividirse en cuatro partes distintas:
En primer lugar, el tríptico cerrado representa el tercer día de la creación del Mundo, con Dios Padre como Creador en la esquina superior izquierda mientras observa el mundo cubierto por una cúpula, y se titula La Creación del Mundo. Así se interpreta, según sendas inscripciones en cada tabla: “Él mismo lo dijo y todo fue hecho” y “Él mismo lo ordenó y todo fue creado” Génesis (1:9-13).
Una vez abierto, nos centramos en la tabla izquierda que está dedicada al Paraíso, con la creación de Eva y la Fuente
de la Vida. Y se conoce como El Paraíso Terrenal.
En contraposición, encontramos en la tabla de la derecha el Infierno, donde van a parar todos los pecadores. Ésta escena se titula El Infierno Musical.
Por último, la tabla central da nombre
al conjunto de la obra. En ella se representa un jardín de las delicias o de los placeres de la vida.
Entre Paraíso e Infierno, estas delicias no son sino alusiones al Pecado, que
muestran a la humanidad entregada a los diversos placeres mundanos. Son evidentes
las representaciones de la Lujuria, de fuerte carga erótica; junto a otras de
significado más enigmático. A través de la fugaz belleza de las flores o de la
dulzura de las frutas, se transmite un mensaje de fragilidad, del carácter
efímero de la felicidad y del goce del placer. Así parecen corroborarlo ciertos
grupos, como la pareja encerrada en un globo de cristal en el lado izquierdo,
en probable alusión al refrán flamenco: “La felicidad es como el vidrio, se
rompe pronto”.
En general, es una obra de carácter moralizante. Además de ser una de las creaciones más enigmáticas,
complejas y bellas de El Bosco, realizada en la última etapa de su vida. Fue adquirida en la subasta del prior Don Fernando, hijo natural del gran duque de
Alba, por Felipe II quien la llevó a El Escorial en 1593. Siendo depósito de Patrimonio Nacional en el Museo del Prado desde 1939.
Para conocer mejor esta obra os recomendamos el visionado del siguiente vídeo, en el que se muestra una entrevista realizada a uno de los jefes de conservación del Museo del Prado, que nos explica con más detalle esta famosa obra:
Otra manera de entender esta obra es mediante el cortometraje de animación sobre El Jardín de las Delicias, dirigido por Juan Ibáñez:
Por último, consideramos importante dejar un camino abierto a la información sobre El Bosco, puesto que sin él no existiría El Jardín de las Delicias:
Qué más podemos decir a parte de la siguiente paradoja: Tal vez sabemos muy poco de este autor, pero a través de su obra nos dice muchas cosas.
Enlaces:
La información ha sido extraída de las siguientes fuentes:
Enlaces de interés:
Si se desea conocer más de este tema:
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